Emisiones de CO2

El cambio climático es un hecho ya conocido en todo el planeta, y no hay duda alguna de que los humanos hemos tenido mucho que ver con esta situación, pero… ¿Todos liberamos las mismas cantidades de CO2 a la atmósfera? ¿Cómo es de responsable cada país?

Cada año se emiten a la atmósfera miles de millones de toneladas de gases que contribuyen al efecto invernadero, estas emisiones dependen en gran medida de la actividad de cada territorio, pero no es el único factor que se debe tener en cuenta. El siguiente gráfico publicado por AQAL GROUP, IEA (2021), muestra la diferente contribución:

La aportación de CO2 a la atmósfera de un país depende de un conjunto de circunstancias que pueden cambiar los datos totales.

Uno de estos factores es la densidad de población. Por ejemplo: el caso de China y América. Cada ciudadano chino es responsable de emitir a la atmósfera 7.1 toneladas de CO2 procedentes de la actividad de su país, mientras que en América este dato es mucho mayor: siendo 14.4 toneladas de CO2 por habitante. Pero si China emite más toneladas de CO2 que América… ¿Cómo es posible que su media de emisiones sea menor? Debido a elevada densidad de población, ya que las emisiones de un país se reparten entre todos sus habitantes.

Cada país cuenta con unas cifras de emisión diferentes en función de la cantidad de gente que reside.

Otro factor clave es la industrialización: Los países con más industrialización del mundo encabezan la lista de las emisiones de CO2: China (9.8 millones de toneladas de emisiones de CO2), Estados Unidos (4.9 millones de toneladas i la India (2.4 millones de toneladas).

La distribución desigual de la riqueza es otro aspecto fundamental en las emisiones de carbono. En este caso, el ejemplo lo encontramos en Qatar, Kuwait y Arabia Saudí, países poco poblados pero con una industria muy potente y con economías que funcionan debido a energías muy contaminantes, como es el caso del petróleo.

Los países desarrollados como Qatar emiten 31 toneladas de CO2 por año, mientras que las emisiones en países en vías de desarrollo, como es el caso de países africanos, pueden ser tan bajas como 0.7 toneladas de CO2 por año.

Existen soluciones para el cambio. Pero ¿Todavía estamos a tiempo?

Antiguamente, la contaminación y otros tipos de presiones desembocaban en efectos más puntuales sobre ambientes locales, pero actualmente los efectos ya se observan a nivel global y estamos forzando a escala planetaria los límites de la naturaleza.

El ritmo actual demuestra que los recursos necesarios para la población mundial sobrepasan los límites del planeta. De seguir por este camino, el año 2050 necesitaremos 2.5 planetas para garantizar la demanda de recursos naturales de los humanos.

Esta medida de obtiene de calcular la huella ecológica, que es la medida del impacto de nuestras actividades sobre la naturaleza y se representa con la superficie necesaria para producir los recursos y absorber los impactos de esta actividad.

Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático): “Desde el 1850 el cambio climático es antropogénico, y una de las principales formas de frenarlo es parar las emisiones a la atmósfera”.

Para reducir estas emisiones, muchos países has acordado compromisos como el Acuerdo de París (2015), donde todos los países que forman parte se comprometen a llegar a un límite del aumento de la temperatura global de 1.5° Celsius para el 2030.

Aunque la reducción de las emisiones es clave para no seguir aumentando la temperatura del planeta y poder llegar a la neutralidad climática, ecosistemas como los bosques tropicales o los manglares también juegan un papel fundamental para alcanzar este objetivo, ya que están consideradas reservas de carbono naturales, por este motivo es fundamental invertir en medidas de conservación de estos ecosistemas y toda la biodiversidad que albergan.

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Fuentes:

https://www.nationalgeographic.es/video/tv/cop25-entrevista-hans-otto-portner-ipcc

https://climate.selectra.com/es/huella-carbono/paises-contaminantes

 

Autoría:

Ana Forner (Econia)

Fake news también en el reciclaje

Cada vez más productos utilizan como reclamo publicitario “100% reciclable “o “100% reciclado”, pero ¿en realidad es así? Lamentablemente la mayoría de las veces esta información no es cierta.

Tal y como se explica en el reportaje “Homo residus” del programa 30 minuts de TV3, la mayor parte de los plásticos de Residuos Sólidos Urbanos recogidos en los contenedores amarillos, no se recicla, sino que finalmente acaban en incineradoras. ¿Por qué?. Las principales causas son: los obstáculos tecnológicos (los lectores de las plantas de clasificación no detectan determinados materiales como el PET de envases opacos), desinterés económico (por ejemplo, cuando el material plástico virgen es más barato que el reciclado, no siendo rentable su reciclaje), los materiales multicapas que no se separan fácilmente (como por ejemplo, los tetrabricks), o cuando el plástico está contaminado por la fracción orgánica.

Muchos de estos productos acaban en las balas de “plástico mixto” que después se envían a las incineradoras.

Igualmente, el informe elaborado por la OCU sobre envases ligeros afirma que en el mejor de los casos sólo el 32% de los envases del contenedor amarillo llegan a reciclarse.

Por más que el fabricante quiera vender el sello de 100% reciclable, ese envase no se puede considerar 100% reciclable.

En cuanto a los residuos industriales también existen problemas como por ejemplo las palas de los aerogeneradores, las baterías de los vehículos eléctricos, las placas solares etc…

Para mejorar esta situación, los productores de cualquier artículo, siguiendo el principio de Responsabilidad Ampliada del Productor, deberían de ser conscientes del camino que sigue su producto una vez se ha convertido en residuo y responsabilizarse.

De todos estos temas se ha hablado en la jornada Fake news de la circularidad, organizada por ACCIÓ y el Gremi de Recuperació de Catalunay;  enmarcada dentro del plan de dinamización de la iniciativa cluster de residus en la cual han intervenido representantes del sector del reciclaje de papel y cartón, textil, automoción, RAEEs así como del propio Gremi de Recuperació de Catalunya y el periodista Jordi Regàs, autor del documental “Homo Residus”.

Como concusión de esta jornada, se ha remarcado la falta de comunicación a día de hoy entre los productores y recicladores y la necesidad de esta comunicación para crear un intercambio de información que permita que los productos fabricados puedan ser más fácilmente reciclables, disminuyendo la producción de residuos que terminan en incineradoras o vertederos y fomentando una economía circular y una reciclabilidad REAL.

También se ha destacado la necesidad de la intervención de las administraciones, no sólo la de medio ambiente sino también la de consumo o la de materias económicas.

El cluster de residus puede ser una herramienta capaz de coordinar a todos los agentes implicados y hacer este intercambio de información y de formación, por el bien de todos.

“Fit for 55 “La Comisión Europea, en marcha para reducir las emisiones un 55% antes de 2030

Dentro del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea propuso elevar el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, hasta al menos el 55% con respecto a 1990.

El 14 de julio de 2021 la Comisión adoptó “Fit for 55” (objetivo 55 en su versión española); un conjunto de propuestas interconectadas en materia de clima, energía, usos del suelo, transporte y fiscalidad, para poder alcanzar este objetivo y ser el primer continente que consigue la neutralidad climática en 2050.

Tal y como se detalla en el comunicado de la Comisión Europea estamos en un momento crucial en la respuesta mundial a las emergencias climáticas y de biodiversidad y somos la última generación que todavía puede actuar a tiempo”.

Las proposiciones de la Comisión Europea se resumen a continuación:

Comercio de derechos de emisión en la UE.

El régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE EU) asigna un precio al carbono y reduce el límite máximo de emisiones de determinados sectores económicos. El RCDE UE funciona según el principio de «limitación y comercio». Se fija un límite máximo de cantidad de gases de efecto invernadero que pueden emitir las instalaciones incluidas dentro del régimen. Este límite va bajando a lo largo del tiempo con el objetivo de hacer disminuir las emisiones totales. Las instalaciones por debajo del límite, reciben derechos de emisión con los que pueden comerciar con otras instalaciones según sus necesidades.

La Comisión Europea plantea aplicar un nuevo RCDE para la distribución de combustibles para el transporte por carretera y para la edificación, a partir de 2026.

Asimismo propone eliminar gradualmente los derechos de emisión gratuitos para la aviación e incluir gradualmente al sector marítimo durante el periodo de 2023 a 2025.

Los Estados miembros deberán gastar todos los ingresos procedentes del comercio de derechos de emisión en proyectos relacionados con el clima y la energía.

Otro documento relacionado es la imposición de precio al carbono de importaciones de una selección concreta de productos.

 

Reparto del esfuerzo.

La propuesta de reparto del esfuerzo asigna a cada Estado miembro unos determinados objetivos de reducción de emisiones en base a su PIB per cápita, con ajustes para tener en cuenta la relación coste-eficacia.

 

Usos de suelo: impulsar sumideros naturales de carbono

La Comisión plantea actualizar el Reglamento sobre uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura fomentando la preservación de los bosques, los suelos, los humedales y las turberas de Europa. Esta modificación tiene como objetivo aumentar la absorción de CO2, gracias a estos sumideros naturales de carbono. La Comisión también considera criterios de sostenibilidad en la aplicación de la bioenergía.

 

Energías renovables y eficiencia energética.

Teniendo en cuenta que la producción y el uso de la energía representan el 75 % de las emisiones de la UE, es crucial acelerar la transición hacia un sistema energético más ecológico.

La Comisión propone modificar la Directiva sobre fuentes de energía renovables y fija un nuevo objetivo: producir el 40% de nuestra energía a partir de Fuentes renovables.

Además, la reducción del consumo es esencial para que disminuyan tanto las emisiones como los costes de la energía para los consumidores y la industria. Se pretende aumentar los objetivos de eficiencia energética  y hacer que sean obligatorios, para poder logar una reducción de entre el 36 y el 39 % del consumo de energía primaria y final de aquí a 2030.

El sector público deberá renovar el 3% de sus edificios para impulsar estos cambios.

 

Transporte sostenible.

El transporte representa casi un cuarto de las emisiones de efecto invernadero en la Unión Europea y es la causa principal de contaminación atmosférica en las ciudades.

El cambio a una movilidad más ecológica supondrá conseguir un transporte limpio, accesible y asequible incluso en las zonas más remotas.

Transporte terrestre:

La transición de la industria automovilística ya está en marcha. De hecho la demanda de los consumidores por automóviles de emisiones 0 es cada vez más alta.

La Comisión Europea manifiesta unos objetivos más ambiciosos para reducir las emisiones de CO2 de los turismos y las furgonetas nuevos.

Todos los vehículos nuevos matriculados a partir de 2035 deberán ser de 0 emisiones. Para que los conductores puedan repostar, se proyecta una revisión del Reglamento sobre la infraestructura de combustibles alternativos.

Transporte aéreo y marítimo:

La propuesta de Regulación para un transporte aéreo sostenible obligará a los proveedores de combustible a incorporar una proporción cada vez mayor de combustibles de aviación sostenibles en el carburante para aeronaves en los aeropuertos de la UE, incluidos los combustibles sintéticos con bajas emisiones de carbono, llamados “electrocombustibles”.

Para el transporte marítimo la Comisión establece un límite máximo para el contenido de gases de efecto invernadero en la energía utilizada por los buques que hagan escala en puertos europeos incentivando el uso de combustibles sostenibles.

 

Modificación del régimen fiscal

Mediante una revisión de la Directiva sobre fiscalidad de la energía  se armonizaría la fiscalidad de los productos energéticos con las políticas energéticas y climáticas de la UE, promoviendo tecnologías limpias y eliminando las exenciones obsoletas y los tipos reducidos que actualmente fomentan el uso de combustibles fósiles.

 

Una transición justa

El nuevo Fondo Social para el Clima financiará a los Estados miembros para apoyar a los ciudadanos de la UE más afectados por el riesgo de pobreza energética o de movilidad.

Aportará ayudas económicas para financiar la renovación de edificios, el acceso a una movilidad sin emisiones o con bajas emisiones, o incluso el apoyo a las rentas.

El Fondo Social se financiará utilizando un importe equivalente al 25% de los ingresos previstos del comercio de derechos de emisión para los combustibles de la construcción y el transporte por carretera.

 

¿ Y los siguientes pasos…?

La crisis climática requiere una respuesta global. La cooperación y el compromiso internacional son claves. En este sentido la UE compartirá estos documentos e ideas con sus socios internacionales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2021.

La Comisión Europea ya ha dado un paso al frente para abordar los retos climáticos. Ahora es turno del Parlamento Europeo y el Consejo de revisar sus propuestas, tal y como establece el procedimiento legislativo ordinario de la Unión Europea.

 

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Fuentes:

https://www.retema.es/noticia/la-comision-europea-pisa-el-acelerador-para-reducir-un-55-las-emisiones-antes-de-2030-IPGcc

https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal/delivering-european-green-deal_es#hacer-que-el-transporte-sea-sostenible-para-todos

https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/chapeau_communication.pdf

 

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Un artículo de Marta Canales.

Fondos de recuperación Next Generation EU | Colaboración Econia-EVOWALL

Next Generation EU es un instrumento económico de recuperación dotado con 750.000 millones de euros pensado para mitigar el impacto económico y social de la pandemia de coronavirus. Su objetivo es transformar las economías y sociedades europeas para que sean más sosteniblesresilientes y estén mejor preparadas para los retos y oportunidades que ofrecen la transición ecológica y digital.

Estos 750.000 millones de euros están repartidos en diferentes paquetes, cada uno de ellos pensado para diferentes ámbitos. Entre ellos destaca el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que representa un 90% del total, siendo el elemento central de Next Generation EU. Este paquete contribuirá a la recuperación de muchos sectores, como el de la construcción.

 

El sector de la construcción, líder en crecimiento

Según indicaciones del Instituto de Estudios Económicos (IEE), la construcción seguirá siendo la actividad económica que liderará el crecimiento en España en 2021. A pesar de la incidencia de la pandemia provocada por COVID19, se mantiene una tendencia histórica en un sector que no ha experimentado grandes innovaciones en sus modelos productivos, manteniéndose en procesos convencionales, altamente ineficientes.

Esto implica un comportamiento completamente diferente a otros sectores productivos, donde los cambios y constante evolución, han sido clave y necesarios para su supervivencia, adaptación a los diferentes momentos y para mantener la competitividad. Sin embargo, esta tendencia debe cambiar de forma inmediata, debido a las nuevas necesidades socioeconómicas, que harán que sean necesarios cambios en el sector, a través de una industrialización del mismo.

 

Necesidades de innovación en la construcción

La industrialización en el sector de la construcción pasará por la innovación en toda la cadena de valor y los procesos de cada uno de los agentes implicados, así como los que los unen. Esta industrialización, para que dé respuesta a las nuevas demandas, debe estar focalizada en dos puntos principales:

  • Transformación digital: la automatización de fabricación y procesos, proporcionará un ahorro de costes, mejora de la calidad de productos y servicios, así como, el análisis y uso de todos los datos disponibles a lo largo de toda la cadena de suministro y fabricación. Es la llamada industria 4.0, donde tienen cabida: robotización, RPA, simulación, fabricación aditiva, Internet of Things, Blockchain, integración horizontal y vertical, Big Data, …
  • Sostenibilidad: la aplicación de estándares ambientales, así como la inclusión de sistemas y materiales más respetuosos con el medio ambiente, permitirán la alineación del sector y los productos finales a las nuevas políticas ambientales, basadas en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

 

Evowall da respuesta al futuro

La construcción sostenible de las casas pasivas de EVOWALL, prefabricadas con hormigón aligerado de alta calidad, da respuesta a las exigencias indicadas, ofreciendo una construcción con un mínimo consumo energético y procesos trazables y medibles en toda la cadena de valor de sus productos.

Sin embargo, es necesario que, por un lado, el sector de la construcción en general avance hacia este marco de industrialización y, por otro, que empresas como EVOWALL, que ya ofrecen este tipo de productos, puedan disponer de las herramientas necesarias para crecer y ser competitivos en un mercado que demanda nuevos productos y nuevos procedimientos.

 

Next Generation EU como herramienta de impulso

Teniendo en cuenta que el crecimiento, la mejora y la competitividad del sector de la construcción están enmarcados en los ámbitos de sostenibilidadcohesión territorial y transformación digital; y por tanto, directamente alineados con las características que definen las ayudas del Fondo de Recuperación Next Generation de la UE; es necesario que estos fondos sean la herramienta que ofrezca el impulso que el sector necesita. De este modo, los fondos deben brindar los mecanismos económicos necesarios para llevar a cabo las inversiones y generar puestos de trabajo de alta calificación, que permitan una reactivación de la economía, enmarcada en una innovación a través de la mejora de la eficiencia en un sector tan importante como el de la construcción.

Consulta el articulo original.

La iniciativa LIFTLOOP, gestionada y participada por Econia, es uno de los 26 proyectos ecoinnovadores impulsados por Ihobe

Los 26 proyectos que recibirán el apoyo de la sociedad pública Ihobe del departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, han sido seleccionados entre un total de 58 solicitudes presentadas a la convocatoria 2020 del “Programa Ecoinnovación en Economía Circular”

Entre los resultados esperados en la ejecución de estos proyectos está la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que generarían al año siete mil personas, o lo que es lo mismo, la población de Muzkiz, Lekeitio o Aretxabaleta.

Estos proyectos industriales innovadores en economía circular se suman a los 147 proyectos de similares características puestos en marcha en Euskadi desde el año 2014 gracias a este programa de ayudas co-financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, FEDER.

Un 69 % de los proyectos de esta convocatoria 2020 se centran en el ahorro de materiales y el resto en productos. En el capítulo destinado a “producto” se han seleccionado cinco proyectos de ecodiseño de equipos y componentes, y tres de remanufactura y modelos circulares de negocio. En el apartado de “materiales” se apuesta por seis proyectos que incrementan la circularidad del metal, materiales críticos y mejores técnicas disponibles; tres sobre plásticos; seis sobre minerales y materiales de construcción. Además, también se han seleccionado tres proyectos para la recuperación de suelos contaminados.

Destacar la existencia de proyectos que mejoran el diseño o la durabilidad de los productos como los que llevarán a cabo las empresas alavesas Zayer y Zigor, las guipuzcoanas CAF, Ekide, Hre Hidraulic y Ekonek o las vizcaínas Emica Bombas y Vibacar. Entre los proyectos ecoinnovadores en metal destacan los impulsados por ACB Sestao, Befesa Aluminio, Furesa y Stadler. Las empresas Cikautxo, Akt Plásticos y Plastigaur lideran la innovación en plásticos circulares mientras que Euskatfund, Hormor, Krosaki Amr Refractarios, Lezama Demoliciones, Nutec Procal y Sociedad Financiera y Minera son los promotores de proyectos circulares innovadores en minerales. El desarrollo de tecnologías innovadoras de remediación de suelos lo lideran Afesa y el consorcio Teknimap-Talantia, mientras que Ternua Import Arrasate, se adelanta a la Estrategia de Textil Sostenible de la Unión Europea con su proyecto Wearcycle.

“El objetivo de estas ayudas es incentivar el diseño y puesta en marcha de proyectos ecoinnovadores de las empresas vascas que nos permitan construir un tejido industrial basado en modelos de economía circular que nos permitan cumplir los objetivos de neutralidad en carbono que nos hemos marcado en Euskadi para el año 2050”, ha afirmado Alexander Boto, director de Ihobe.

Entre los proyectos que iniciarán su ejecución en 2021 destacan desde la separación automatizada de imanes sinterizados, hasta la creación de herramientas basadas en visión artificial para automatizar la manipulación y el diagnóstico de piezas a remanufacturar, o la creación de un sistema integral de detección y eliminación de nubes de partículas generadas en la actividad industrial.

De confirmarse la viabilidad técnica, económica, ambiental y comercial de estos proyectos a tres años se espera lograr estos resultados:

    • Una reducción de 63.500 ton/año de gases de efecto invernadero (GEIs), equivalente a las emisiones anuales de 7.300 personas
    • Evitarán el envío a vertedero de 475.000 ton/año de residuos
    • Una facturación adicional de 114 millones de euros anuales
    • El lanzamiento de 19 nuevas líneas de negocios

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El Periódico 9Nou destaca el proyecto CLEARGLASS

Se trata de un proyecto de ecoinnovación gestionado por Econia y liderado por Reciclajes San Adrián, el cual se basa en la investigación de tecnologías para el reaprovechamiento del vidrio de las escorias de la valorización energética de los residuos municipales.

El proyecto tiene el soporte económico de ACCIÓ y ARC, en su línea de ayudas del Programa Nuclis d’R+D.

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