YA LLEGA EL OTOÑO.... VERANO SIN ABEJAS: CAUSAS Y EFECTOS

Oct
11
2023


Los insectos tienen un papel esencial para los ecosistemas y los seres vivos: en la polinización, en la descomposición de residuos, en los procesos de formación del suelo y del reciclaje de nutrientes, en las cadenas tróficas como presas o como depredadores y parasitoides, actuando en la lucha biológica contra especies plaga. También proporcionan alimentos y otros productos como biocombustibles o fibras, y son esenciales en los medios de agua dulce, donde son bioindicadores de calidad (son sensibles a la alteración de las aguas). Estos y muchos otros servicios irreemplazables suelen ser desconocidos por la sociedad, que demasiado recurrentemente sólo lo percibe como una molestia.

Tanto en la apreciación de los que tenemos cierta edad, como en diversas investigaciones muestran que está existiendo una disminución a gran escala de los insectos; y que estos seres son más vulnerables de lo que se pensaba.

Una reciente revisión de estudios estima que en los últimos 27 años las poblaciones de insectos voladores se han reducido en un 76 %. Más de un 40% de las especies de insectos están disminuyendo rápidamente y al menos un tercio se encuentran en peligro de desaparecer en pocas décadas.

Estos efectos están directamente relacionados con la actividad humana:

En primer lugar, el cambio de hábitats, provocado por la deforestación y la conversión de hábitats naturales en agricultura (vinculada al uso de pesticidas, herbicidas, fungicidas...).

El cambio climático también tiene un efecto importante, especialmente en condiciones climáticas extremas como las sequías, que están aumentando tanto en intensidad como en periodicidad.

Uno de los insectos que más está sufriendo su desaparición son las abejas, responsables de la polinización. Este acto es un proceso fundamental en la conservación de los ecosistemas terrestres y para la producción de alimentos:

Se calcula que el 87,5 % (aproximadamente 308.000 especies) de las plantas silvestres con flores del mundo dependen, al menos parcialmente, de la polinización realizada por animales; y en cuanto a su relación con la producción de alimentos, hay que tener en cuenta que en España alrededor del 70 % de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos que desarrollan la polinización; además de proporcionar otros productos como miel, cera o medicamentos.

Según la FAO, la producción agrícola mundial que depende directamente de los insectos polinizadores supone beneficios crecientes de entre 235.000 y 577.000 millones de dólares al año o 2.400 millones de euros de valor asociado a la agricultura española; y se calcula que en los últimos cincuenta años el volumen de producción de cultivos que dependen de los polinizadores ha aumentado a nivel mundial en un 300 %, de manera que la subsistencia humana está cada vez más supeditada a su acción.

Por lo tanto, la pérdida de insectos polinizadores como las abejas puede llevarnos a una situación con consecuencias catastróficas, ya que, como se ha mencionado, afecta al buen funcionamiento de los ecosistemas y a la producción de la alimentación de los humanos.

Así pues, la conservación y recuperación de estas especies es fundamental para el futuro del planeta tal como lo conocemos; y las administraciones deben tomar medidas eficaces para luchar contra sus principales amenazas. Teniendo en cuenta las consecuencias expuestas, estas acciones deben considerarse como uno de los grandes retos ambientales.

(Autora de la imagen: Kat Smith)