Más de 12.000 muertes prematuras en Europa por la contaminación acústica

Mar
5
2020


Uno de cada cinco europeos sufre niveles de ruido perjudiciales para la salud.

La exposición crónica a un nivel de ruido por encima del permitido genera cada año más de 12.000 muertes prematuras en toda Europa, y provoca también hasta 48.000 nuevos casos anuales de cardiopatía. Lo denuncia un nuevo estudio de la Agencia Europea de Medio ambiente, que alerta que uno de cada cinco europeos (el 20%) vive en zonas donde el ruido del tráfico llega a niveles perjudiciales para la salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener el ruido por debajo de los 55 decibelios, pero hasta 113 millones de europeos están sometidos día, tarde y noche a unos niveles de ruido que como mínimo llegan a esta cifra, si no la rebasan. Para más de 6,5 millones de personas el exceso de ruido genera incluso interrupciones del sueño durante la noche de manera crónica. "El ruido medioambiental, en especial el del tráfico rodado, continúa siendo un problema grave que afecta la salud y el bienestar de millones de personas a Europa", denuncia el estudio.

El estudio llama la atención en los gobiernos europeos porque no han hecho los deberes para reducir el ruido de las grandes ciudades –y también el de las zonas rurales próximas a carreteras, aeropuertos e industrias–, una lacra que sigue sin reducirse todo y las alertas que desde hace años comunica la OMS y la misma UE.

El ruido de los trenes, para la población que vive muy cerca de estaciones y vías ferroviarias, genera una exposición crónica perjudicial para 22 millones de personas en toda la Unión Europea. Cuatro millones de europeos sufren niveles perjudiciales de ruido procedentes de los aviones y un millón más está expuesto a contaminación acústica perjudicial procedente de la industria, detalla el estudio. El ruido constante de los aviones, añade, es la causa incluso de la disfunción en el aprendizaje que sufren 12.500 escolares europeos.

El exceso de ruido, generado por el tráfico de las grandes ciudades, pero también por el ruido de carreteras, trenes, aviones e industrias, no solo provoca problemas auditivos, sino que puede provocar dolencias coronarias, estrés y trastornos en el sueño. La cardiopatía isquémica, que el estudio vincula a la contaminación acústica, provoca la progresiva obstrucción de las vías que dan sangre al corazón.

El estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente alerta también que el exceso de ruido no afecta todo el mundo por igual, sino que, como siempre, las poblaciones más desfavorecidas socialmente sufren a menudo impactos más grandes, porque viven más cerca de aeropuertos, carreteras y otras fuentes de contaminación acústica.

Las cifras que revela el estudio ponen de manifiesto que no se han logrado los objetivos que la misma UE se había marcado para el 2020 "de reducir de manera significativa la contaminación acústica en la Unión Europea para acercarse a los niveles recomendados por la OMS". Y no solo esto, sino que a pesar de la mejora en la monitorización de los niveles de ruido todavía hay un 30% de datos que no están disponibles para el análisis, denuncia el estudio.

Un problema también para la fauna
Pero el exceso de ruido proveniente del tráfico rodado, ferroviario, aéreo y también de ciertas industrias no solo perjudica la salud de los ciudadanos europeos, sino que también está afectando la vida salvaje europea, tanto la terrestre como la marina. Los mamíferos marinos son unos de los más afectados, pero en tierra también los pájaros sufren muchos trastornos reproductivos y de comportamiento.

Al menos un 19% de las áreas protegidas se sitúan, de hecho, en zonas donde los niveles de ruido están por encima de los umbrales recomendados. Este ruido excesivo puede generar cambios en el comportamiento y afectaciones psicológicas en muchos animales, pero también reduce su tasa de reproducción, aumenta su mortalidad y hace que muchas especies emigren.

Fuente: ara.cat