Este documento clave establece las prioridades y directrices políticas para los próximos cinco años, entre los que se destaca el impulso de una estrategia para la gestión sostenible del agua.
El agua es un bien escaso que hay que proteger y poner en valor para todas las generaciones futuras.
La falta de agua no se debe únicamente a las consecuencias del cambio climático, sino también a una mala gestión de los recursos hídricos.
Como líneas de acción a seguir, la Agenda Estratégica propone: