Dentro del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea propuso elevar el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, hasta al menos el 55% con respecto a 1990.
El 14 de julio de 2021 la Comisión adoptó “Fit for 55” (objetivo 55 en su versión española); un conjunto de propuestas interconectadas en materia de clima, energía, usos del suelo, transporte y fiscalidad, para poder alcanzar este objetivo y ser el primer continente que consigue la neutralidad climática en 2050.
Tal y como se detalla en el comunicado de la Comisión Europea “estamos en un momento crucial en la respuesta mundial a las emergencias climáticas y de biodiversidad y somos la última generación que todavía puede actuar a tiempo”.
Las proposiciones de la Comisión Europea se resumen a continuación:
Comercio de derechos de emisión en la UE.
El régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE EU) asigna un precio al carbono y reduce el límite máximo de emisiones de determinados sectores económicos. El RCDE UE funciona según el principio de "limitación y comercio". Se fija un límite máximo de cantidad de gases de efecto invernadero que pueden emitir las instalaciones incluidas dentro del régimen. Este límite va bajando a lo largo del tiempo con el objetivo de hacer disminuir las emisiones totales. Las instalaciones por debajo del límite, reciben derechos de emisión con los que pueden comerciar con otras instalaciones según sus necesidades.
La Comisión Europea plantea aplicar un nuevo RCDE para la distribución de combustibles para el transporte por carretera y para la edificación, a partir de 2026.
Asimismo propone eliminar gradualmente los derechos de emisión gratuitos para la aviación e incluir gradualmente al sector marítimo durante el periodo de 2023 a 2025.
Los Estados miembros deberán gastar todos los ingresos procedentes del comercio de derechos de emisión en proyectos relacionados con el clima y la energía.
Otro documento relacionado es la imposición de precio al carbono de importaciones de una selección concreta de productos.
Reparto del esfuerzo.
La propuesta de reparto del esfuerzo asigna a cada Estado miembro unos determinados objetivos de reducción de emisiones en base a su PIB per cápita, con ajustes para tener en cuenta la relación coste-eficacia.
Usos de suelo: impulsar sumideros naturales de carbono
La Comisión plantea actualizar el Reglamento sobre uso de la tierra, la silvicultura y la agricultura fomentando la preservación de los bosques, los suelos, los humedales y las turberas de Europa. Esta modificación tiene como objetivo aumentar la absorción de CO2, gracias a estos sumideros naturales de carbono. La Comisión también considera criterios de sostenibilidad en la aplicación de la bioenergía.
Energías renovables y eficiencia energética.
Teniendo en cuenta que la producción y el uso de la energía representan el 75 % de las emisiones de la UE, es crucial acelerar la transición hacia un sistema energético más ecológico.
La Comisión propone modificar la Directiva sobre fuentes de energía renovables y fija un nuevo objetivo: producir el 40% de nuestra energía a partir de Fuentes renovables.
Además, la reducción del consumo es esencial para que disminuyan tanto las emisiones como los costes de la energía para los consumidores y la industria. Se pretende aumentar los objetivos de eficiencia energética y hacer que sean obligatorios, para poder logar una reducción de entre el 36 y el 39 % del consumo de energía primaria y final de aquí a 2030.
El sector público deberá renovar el 3% de sus edificios para impulsar estos cambios.
Transporte sostenible.
El transporte representa casi un cuarto de las emisiones de efecto invernadero en la Unión Europea y es la causa principal de contaminación atmosférica en las ciudades.
El cambio a una movilidad más ecológica supondrá conseguir un transporte limpio, accesible y asequible incluso en las zonas más remotas.
Transporte terrestre:
La transición de la industria automovilística ya está en marcha. De hecho la demanda de los consumidores por automóviles de emisiones 0 es cada vez más alta.
La Comisión Europea manifiesta unos objetivos más ambiciosos para reducir las emisiones de CO2 de los turismos y las furgonetas nuevos.
Todos los vehículos nuevos matriculados a partir de 2035 deberán ser de 0 emisiones. Para que los conductores puedan repostar, se proyecta una revisión del Reglamento sobre la infraestructura de combustibles alternativos.
Transporte aéreo y marítimo:
La propuesta de Regulación para un transporte aéreo sostenible obligará a los proveedores de combustible a incorporar una proporción cada vez mayor de combustibles de aviación sostenibles en el carburante para aeronaves en los aeropuertos de la UE, incluidos los combustibles sintéticos con bajas emisiones de carbono, llamados “electrocombustibles”.
Para el transporte marítimo la Comisión establece un límite máximo para el contenido de gases de efecto invernadero en la energía utilizada por los buques que hagan escala en puertos europeos incentivando el uso de combustibles sostenibles.
Modificación del régimen fiscal
Mediante una revisión de la Directiva sobre fiscalidad de la energía se armonizaría la fiscalidad de los productos energéticos con las políticas energéticas y climáticas de la UE, promoviendo tecnologías limpias y eliminando las exenciones obsoletas y los tipos reducidos que actualmente fomentan el uso de combustibles fósiles.
Una transición justa
El nuevo Fondo Social para el Clima financiará a los Estados miembros para apoyar a los ciudadanos de la UE más afectados por el riesgo de pobreza energética o de movilidad.
Aportará ayudas económicas para financiar la renovación de edificios, el acceso a una movilidad sin emisiones o con bajas emisiones, o incluso el apoyo a las rentas.
El Fondo Social se financiará utilizando un importe equivalente al 25% de los ingresos previstos del comercio de derechos de emisión para los combustibles de la construcción y el transporte por carretera.
¿ Y los siguientes pasos…?
La crisis climática requiere una respuesta global. La cooperación y el compromiso internacional son claves. En este sentido la UE compartirá estos documentos e ideas con sus socios internacionales en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2021.
La Comisión Europea ya ha dado un paso al frente para abordar los retos climáticos. Ahora es turno del Parlamento Europeo y el Consejo de revisar sus propuestas, tal y como establece el procedimiento legislativo ordinario de la Unión Europea.
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Fuentes:
https://ec.europa.eu/info/sites/default/files/chapeau_communication.pdf
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Un artículo de Marta Canales.